La guarida de orcos

No hacia mucho que se habian enterado la armada enana sobre la aparicion de orcos en las laderas y cuevas de las montañas, al parecer se habian cometido una serie de crimenes contra humanos los cuales incluian robo, asecinato, violacion y destruccion de casas y cultivos, ademas de muerte de gnnado y perdida de objetos valiosos como el libro mayor de la ciudad, que contenia los nombres de los habitantes de la aldea que habia sido atacada, Ulfard se dio a la tarea de invesigar el caso.

Armado con hachas de doble filo y espadas cortas, salio de su cuartel con 35 valientes enanos que se habian ofresido voluntariamente a combatir la amenaza, ademas de tres hipogrifos montados para cubrirles las espadas. La marcha tardo dias, lo cual habia debilitado a sus tropas, por lo que habian decidido acampar a las faldas de la montaña para descansar durante la noche, los hipogrifos vigilarian desde el cielo y se harian tres turnos de guardia.

-descansad mis hermanos, mañana a esta hora estaremos volviendo a casa para cenar aquel estofado de cerdo que prepara "mama Pacha"-

Miraba desde unos lugares no muy lejanos a donde se encontraba auel joven en especifico y otros tantos.
Solto un suave suspiro, mientras forzaba un poco su mirada para diferenciar un poco mas.
en acto seguido, cerro los ojos, ocultando dichos rasgos felinos que eran caracteristicas suyas, las orejas y la cola desaparecieron y su mirada se izo un poco mas humana, en si, cuando decidia acercarse a algun ser que podria ser una amenaza para ella, se convertia en una humana.
Finalmente se fue acercando hacia los hay presentes, con un canasto colgando de su brazo, mientras se aproximaba lentamente.
Se puso una capa, para cubrir su mirar, dandole un aspecto un tanto indefenso y tierno, hasta quedar un poco mas cercas de el joven que parecia lider y de los otros 35 armados.

La caravana estaba formada por algunos enanos a pie y otros montados, tanto en hipogrifos como en motocicletas y unos cuantos man iban en una furgoneta...mezclanso lo epico y lo moderno...

Cuando Ulfard se dio cuenta de la "chiquilla" como paladin que es, la resivio amablemente pero algo extrañado de que una pequeña se paseara a esas horas y a tales alturas sobre la montaña...mas con aquellas bestias rondando no era nada seguro

-eh pequeña...que haces vagando tan tarde en estas pendientes tan peligrosas?...-

Sin levantar la mirada, escucho la pregunta de aquel joven, a lo cual, simplemente se limito a tocer un poco, y por siguiente mostrar algunas cosas que tenia su canasto, las cuales parecian yerbas.

- me encuntro enferma y por aqui hay unas yerbas que son muy escasas, pero solo se encuentra aqui -.

levanto solo un poco su mirada, no mucho, solo lo suficiente para diferenciar las diferentes cosas que se encontraban aalli.

- y que hace usted y todas esas personas aqui? -.

-estamos cazando bestias verdes querida, no hace mucho hicieron pure de huesos de aldeano por aqui-

Observo las cosas de su canasto detenidamente, luego hizo señas con la cabeza a algunos de sus soldados para que se acercaran

-te sientes bien?...quieres que te llevemos a casa?-

preguntaba Ulfard a proposito para poder bajar un poco su cuerpo y tratar de verle la cara a la niña

Al percatarse de que el joven se estaba inclinanco para mirar su rostro, a proposito dejo caer su canasto, para asi agacharse, aun cubriendo su rostro, mientras recogia con mucha calma las plantas del canasto

- no se preocupe por mi joven, solo preparo las plantas, y cuando las tome estare bien, y no tengo casa -.

murmuro, aun acomodando las cosas en su canasto, para asi no tener que mostrar su rostro

Ulfard se hecho para atras y se coloco las manos en la cintura como examinando a la niña

-lastima...y dime cual es tu nombre?...yo soy Ulfard y estos son mis hermanos los enanos, estamos preparando la cena-

decia con tono de invitacion mientras les indicaba a los enanos junto a el quese fuera....

Suspiro levemente, terminano de acomodar las cosas, poniendose de pie y a la vez haciando hacia atras la capa, dejando mostrar sus finos rasgos, su mirada ahora oscura como la noche, con solo un brillo unico en ellos, sus finas facciones, y sus labios rosados, en si, era una joven bastante hermosa.

- mi nombre es carmi, mucho gusto joven Ulfard -.

dicho esto izo una inclinacion leve, en forma de saludo, un saludo formal para ser exactos.

Ulfard correspondio la reverencia sin poder evitar la mirada curiosa de todos los enanos que hay le acompañaban, levanto su cuerpo y tras fruncir un poco la seña a lo que se escuchaba decir por detras de el, le sonrio cerrando sus ojos, parecia algo intrigado

-asi que...que dices?...si no tienes a donde ir, podria invitarte un poco de comida...si no tienes incoveniente-

levanto un mazo que estaba tirado en el suelo y se lo hecho al hombro antes de volver a mirarla

Le mira de forma curiosa, llevandose una mano al menton en modo pensativo, realmente no tenia mucho que hacer, por lo cual, dirigio una mirada mas al joven y le sonrio, entrecerrando sus ojos.

- de acuerdo, estaria encantada -.

dijo, en un tono suave y melodioso, mirando al joven dulcemente

-vamos a ello-

Ulfard camino un poco hacia la cima de la montaña donde estaban repartidos algunos guardias con lanza y hacha de mano, la fogata se veia dos metros mas arriba, las risas chuscas y las voces graves no se hacian esperar, habia algo nuevo que hacer y los enanos no se quedaban callados, alardeando sobe lo que harian

-espero que no te moleste estar cerca de unos enanos medio borrrachos, de no ser por la cerveza estarian durmiendo ahora mismo-

Empezo a seguir el joven, mirando con detenimiento a todos, escuchando el ultimo comentario.
Se rie suavemente, cubriendose la boca con la mano, entrecerrando los ojos durante la melodiosa risa.

- no se preocupe joven -.

menciono con el mismo tono, mirando fijamente a los diferentes guerreros que se encontraban asi, por lo cual, solto un suave suspiro, y luego dirigo su mirada al joven.

AL pasar la fogata se podia ver una gran carpa blanca con techo circular, la cual era custodiada por dos enanos mas armados hasta los dientes, Ulfard recorrio un poco la cortina que cubria la estancia dentro y con una seña le indico pasar a la dama, adentro todo era blanco, habia muebles, un escritorio, un armario y un librero lleno de pergaminos de caracter sospechoso, ademas de algunos viejos y otros casi rotos, sobre el librero habia unas cuantas armas y la armadura completa del capitan

-adelante-

Asintio al paso del joven, entrando, mirando todo con detalle, como memorizando todo lo que habia alli, finalmente sintio un leve escalofrio, por lo cual se puso nuevamente la capa sobre la cabeza, dejando libres sus orejas, las cuales se agacharon para que no se notaran.
Mantenia tambien enrollada su cola, puesto que al mismo tiempo habia salido, mas la capa la cubria, en si, cuando se distraia, la tecnica no duraba mucho, y deba esperar maximo 10 minutos antes de volver a usar la tecnica.

- este lugar tiene un aire agradable joven Ulfrad -

-si asi es, algunos artesanos enanos han hecho bien su trabajo y han conseguido su paga justa-

Dentro de aquella estancia habia dos sirvientes, uno con una toalla y otro con recipiente semi-circular de cristal con agua, Ulfard se lavo las manos y luego se despojo de su armadura, dejandola junto a una chimenea montada ahi mismo, sus ropajes eran de cuero y tela.
Se sento al frente de un pequeño escritorio, otro ayudante se acerco y le proporciono unos papeles que nesesitaban su firma

-por favro, toma asiento, si deseas algo pideselo al enano Brecka que esta a tu lado, dame un momento para terminar de firmar algunos documentos, quiero hablar un poco contigo-

decia Ulfard mirandola de reojo

Tomo asiento tal y como lo habia mencionado el joven, aun esperando que los minutos pasaran rapidos para volver a ocultar sus rasgos felinos, asintiendo ante lo que dijo el joven, en si, no necesitaba nada, ni tampoco tenia idea de lo que quisiera hablar el joven, por lo cual, simplemente se sento y se recargo en el respaldo, esperando... simplemente esperando...

-listo...Jim...Brecka...cierra la cortina, dejenos solos-

Entrego la pluma y los documentos que sostenia entre sus manos y luego miro salir al resto de los ocupantes de la carpa, volvio a acercarse a la chimenea y se froto las manos en direccion a ella buscando un poco su calor, luego se deshizo de sus guantes y coloco su mano sobre la chimenea...

-ahora que estamos solos...dime...¿Cual es la verdadera razon de que estes vagando por estas laderas montañosas...princesa...de Acheron-

Un trueno en el cielo rugio con tanta intensidad que hizo temblar la tierra mientras el viento hacia volar las paredes de la carpa...

Ya no era necesario ocultar mas su identidad, finalmente bajo la capa que traia, dejando msotrar libremente sus rasgos felinos y demoniacos, sin ningun temor alguno, puesto que no habia nadie alli presente, suspiro levemente, mientras se cruzaba de brazos, y movia lentamente su cola de un lado a otro.

- como se ha dado cuenta joven Ulfrad? -.

pregunto con el mismo tono suave y dulce, en si, nunca fingia su actitud, puesto la que habia mostrado alli constantemente era la misma que tenia realmente.

-el olor de la mladad lo conosco, de la muerte soy experto, han caido muchos de vuestros hermanos y subditos ante mis ejercito señorita, conosco muy bien el olr de vuestra sangre-

Se acerco Ulfard a su hacha y la tomo entre sus manos, jugo con el mango y la examino

-deberia acabaros aqui mismo...sin pena ni gloria...y creo que eso...-

de repente se escucho el detonar de los cañones de los fusileros, en el ambiente se escuchaba la agitacion de los enanos de afuera que gritaban

-a las armas, a las armas, nos atacan...a las armas...!!!-

Tal movimiento interrumpio el hablar de Ulfard que salio de la tienda lo mas rapido que pudo

-que esta sucediendo?-

pregunto indiganado y preocupado

Ulfard: -Mi lord, nos atacan las malditas bestias, han llegado los orcos y vienen armados hasta los dientes...estan transportando un cañon enorme...alguien debe haberlos motivado a constriurlo!!-

Ulfard se quedo mudo...un cañon en manos de esas bestias...eso no era nada bueno....entro nuevamente a su tienda y saco su armadura y sus armas sin siquiera dirigirle palabaras a la princesa

Desvio la mirada al escuchar tales gritos, y sin ninguna dificultad logro escuchar la platica de los dos señores, lo cual izo que esta se pusiera de pie, mirando como este entraba por armas y salia, mientras ella tambien salia, mirando dicho catastrofe.

- lo mejor... seria que me fuera -.

susurro con una sonrisa de lado, esa era la perfecta forma de escapar, antes de que este quisiera hacerle algo por ser la princesa de acheron.

Todo el movimiento afuera era rapido, muchos pilotos montaron algunas maquinas voladoras, ingenieria puramente enan, y otros los hipogrifos...los guerreros con hacha se alistaron mientras aquellos voladores se dirigian a interceptar a los que llevaban el cañon...tenian que deshacerse de el lo mas pronto posible...de pronto se escucho el cargar de muchas armas de fuego...todos los enanos de infanteria voltearon a ver a los fusileros...y entonces Ulfard grito

-FUEGO!!!-

y no solo las armas de fuego se escucharon...dos enormescañones detonaron sobre las montañas dejando caer muchas rocas que aplastaban a los orcos bajo ellos...los enanos gritaban de alegria al ver la accion...sin embargo...los orcos cargaron el cañon tambien y lo dispararon...la bala habia impactado cerca del campamento...en especial de la tienda de Ulfard, la cual salio volando por el aire y dejando que rocas cayeran sobre ella..

-la princesa de Ascheron!!!-

La joven al escuchar diferentes estallidos y fuertes golpes, no sabia bien que hacer, se mantuvo cerca de la tienda del enano, mirando todo con detenimiento, cuando su isntinto felino se activo y formo rapidamente una barrera de luz a su alrededor, la cual le protegio de cualquier ataque. Al creer qe todo habia pasado, deshizo la barrera, no tenia ni una sola herida, aunque se notaba un tanto cansada. Con calma se fue alejando de las rocas y las tiendas destruidas, dejandose notar por los demas enanos, mirandoles un tanto rencorosa, quizas porque no supo quien habia hecho tal ataque.

Ulfard aparecio entonces...frente a la princesa con una mirada clavada en su rostro severamente...sostenia su arma en manos...

-creo que es hora de que parta...su señoria...-

decia forzadamente....al ser su enemiga....sin embargo...lo correcto era dejarla ir

-dbe...ponerse...a salvo...-

antes de decir algo mas o escuchar cosa alguna...se retiro al frente una evz mas a comnadar a los enanos que pelearian contra la infanteria orca...se detuvo un momento para verla...con la luz proyectada del fuego a sus espaldas...sus ojos marcaban lagrimas...no podria saberse porque...pero tambien habia fueria en ellos...lo cual indicaba que era por la inminente masacre que resultaria...siguio adelante...

Suspiro pesadamente mientras se ponia del todo de pie, alzo sus brazos, y en eso su cuerpo empezo a brillar.

- porque creo que me arrepentire? -.

se dijo para si con un tono fastidiado cuando este se marcho, sus ojos se hicieron completamente felinos, para despues extender sus brazos acia adelante.

- veamos como termino... -.

se dijo para si, mientras una enorme barrera de fuego aparecia entre los orcos y los enanos, a lo cual algunos orcos resultaron con algunas quemaduras severas, mas los enanos no tuvieron herida alguna.

En ese momento los enanos se sorpendieron enormemente al ver aquel muro de fuego...desconcertados comenzaron a retroceder paso a paso...

-mantegan sus posiciones...!!!-

volvio la mirada a la dama con una mueca de agradecimiento, una sonrisa calida y esperanza en sus ojos

-equipos mortero...carguen sus cañones...preparen...FUEGO!!!-

una nueva ola de esxplosivos cayo sobre las cabezas de los orcos...los cuales comenzaron a huir despavoridos cuando vieron perder su cañon en las colinas...los enanos lanzaron al viento un grito euforico de aliento...de inmediato las maquinas voladoras cargaron junto con los jinetes de hipogrifo contra los restantes...