¡Gran Inauguración!

Serían alrededor de tres años, quizas menos, apenas llevaba la cuenta, pues siendo un Peiron sabía que mientras en sus hermanos corriese la sangre del "viejo" nada Podría acabar con los primogenitos que tenía.

Tres años, tiempo que para ellos de longevidad milenaria no era en realdiad nada, fue tiempo en el que algunos rumores sobre una mujer de plateadas hebras y ojos de safiro como ningún otro se paseaba por aquí y por allá en una aldea. Podían ser dos cosas, o una nenaza, o su hermana, pues desconocía a otra platinada que tubiese ojos tan hermosos como los de su difunta madre.

Estacionó la motocicleta en la entrada, dejando sobre esta el enorme estuche de guitarra y dejando también las escopetas en la enchulada guantera, si, una motocicleta con guantera.

Abrió las puertas mirando a los lados con soberbia y asintiendo ante el esoaldo amiente, aunque agradable, no era su estilo estar en fiestas antes de que empezaran pero en fin. Miró entonces a donde su nariz percibió aquella incnfundible esencia. ¿Cerveza? No, su hermana. ¡Voluptuosa lagartija, sabía que eras tú! Exclamo a boca abierta con los ojos deslumbrados caminando a amplios y rápidos pasos hacia la llamada hembra, sin importarle que al parecer estubiera con dos... criatruas más. Estaba dispuesto a saltar por sobre las mismas barras paa llegar a abrazar a la mujer que superaba por más de veinte centimetros.

Nisiquiera s emolestó en taarse la cara, apenas si pestañeó cuando la pobre silla reventó contra suc abeza sin hacerle el más minimo rasguño. Muy euforica debía de estar para lanzarle una silla al hermano que nisqiuera nesesitaba transforamrse para demostrar que su piel eran tanto o más resistentes que las mismas escamas.

"Ese es un resivimiento..." Pensó sonriendole trinfantemente y siguió caminado hasta posarse sobre la barra y posar amorosamente su rostro sobre sus manos, apoyando los codos en la barra y estirando sus labios. A tí ~

Volteó entocnes a ver a la pequeña minina de rejas negras y le sonrió. Hola ~

Cuidado pequeñaja, no te vayas a romper los dientes que no tengo niuno para pagarte el dentista. Dijo a la feluda anets de que fuera quitada por su hermana y sonreirle a esta. Alzó las cejas con la palabra "Cerveza" escrita en sus ojos. ¿Y osas preguntar?

Miren nada más... Solo eso susurró a modo de respuesta, mirando al recien llegado, una media sonrisa estaba en su rostro, confiado y en realidad si, alegre por ver a su hermano menor. uno de tantos... Desconocía todo rumor de aquella relación incestuosa entre los gemelos ahora presentes y si había escuchado de esta, había echo oidos sordos.

Miró a la chica de al lado y le volvió a sonreir. ¿ De donde eres tú ~ ?

Ignoró totalmente la escenaita de sus hermanos, ciertamente, desconocía o hacía oidos sordos a la relación de ambos, si era o no era, pero ahroa se demostraba que aún pasando cosas delante de sus ojos, literalmete, el mayor de los peiron ignoraba todo.

Alzó las cejas al oir lo de la suicida confesión de la fleina, pero debido a que andie le había pagado y que estas tierras eran aparentemente neutrales, solo suspiró y encogió de hombros.

Cuando la pequeña Shas habló, Clawryu soltó una sumamente estúida risa en signo de entretención por la actitud de la felpuda hembra. Juehehe... Je... Ademas de su estupida cara cuando rió, tembló un poco y acarició la cabeza de Shas.

Miró a Eyeryu con una cara de pocos amigos y movió las cejas. Tu hermana dijo lo mismo, no tienes originaldiad para insultar weon... Le aclaró. Y tú por que andas con ropas tan indecentes y sucias aquí ¿eh? ¿acaso tu Akina no te mantiene lo suficente como para comprarte ropa decente ? Si bien nunca se inició una pelea, pero a veces las conversaciones serias, hacían que Calwryu fuera verdadero pasto seco con un cigarro sobre el prado.